Atesóralas y te retribuirán de muchas formas. Léelas, reléelas, practícalas y compártelas junto otros. Cuanto más placer des, más placer recibirás. Cuanto más cures, más serás sanado. Éste es el efectivo secreto de la sexualidad taoísta.

Comienza de forma suave visualizando el sitio donde deseas golpear. Considera que te costará dar en el lugar que pretendes, toda vez que lo hagas con un gato o bien látigo con lo que debes ir con sumo cuidado.

Mi consejo es que no olvides que este juego es altamente sutil, como tocar un instrumento. Por eso las reglas no deban aplicarse de forma dogmática y a rajatabla, sino más bien siempre y en todo momento con sensibilidad y midiendo continuamente la reacción que conseguimos. O sea, calibrando.

Toma el control de ella. Y lo digo, literalmente, en serio. Toca su cuerpo por todas s, tal y como si deseas más. Eso la volverá ida. Aprieta su trasero. Sostiene sus pechos, y luego chupa sus pezones. Cerciórate de que ella sepa que adoras todas y cada una de las s de su cuerpo.

Con las piernas: Excede su pecho como una alternativa a las posiciones habituales para la felación o bien ponlo a 4 patas. Si tú te tumbas debajo, vas a poder chupar su polla mientras que le metes un dedo bien lubricado por el trasero para estimular su próstata.,

Bajo mi punto de vista, si ha tenido una relación larga mínimo de 1 año, si hace menos de 3 meses que lo ha dejado con ella, ni de broma te líes con él. Deja tiempo a fin de que sane sus sentimientos y experiencia.

Flexibilidad Se trata de mejorar y ampliar los movimientos articulares. Para esto se flexionan las piernas, los brazos, el cuello, las manos, los pies o la cintura. Al soltar hay un efecto de relax y placer muy grandes.

Los dos van a estar en un giro con esta situación frágil que demanda un equilibrio máximo, mas le recompensa con una penetración profunda, emociones de clítoris para la mujer y muchos besos. Y, lógicamente, hay una sensación de orgullo cuando manejas esta posición sin caerte también.

Si un hombre sonríe a una mujer, esta en general interpreta su sonrisa como un simple hola, se te ve bien y semejas afable. Si una mujer sonríe a un hombre, el hombre en general interpreta la sonrisa como estoy caliente y quiero sexo.

Realizar la penetración cuidadosamente y suave, paulatina (a veces es recomendable dilatar primero con un dedo antes de la introducción del pene), retirándose si la compañera, o compañero, refiere un dolor intenso que no acepta o bien si hay fuerte resistencia