• Tu dormitorio ha de ser un oasis privado, donde puedes relajarte, recargar energías y disfrutar de un instante en solitario con tu pareja. Debería ser tu nido de amor, o para decirlo un tanto más adulto, tu patio de recreo sensual y picante.

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  • Al final vemos a mujeres fantásticas, con un potencial para tener una genial relación, acabadas, condenadas a vivir a medias… mujeres dispuestas a aguardar, aguardar y esperar, hasta el momento en que su dignidad personal se disuelva por completo.

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  • ¡Salut des camarades ennemies!1 No traigo champagne2, traigo odio, no traigo l’amou3r, traigo rabia, no traigo femmes4, traigo muerte, siempre muerte. ¡Que buenos son! Ellos si me entregan algo, viene volando hacia mí, corro a

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  • Claro, hay que ser oportuno para reír, como dice un proverbio hebreo: hay tiempo para plañir y otro para reír. Un momento de sufrimiento, de pérdida o bien dolor no son los mejores para caer en gracia con un chiste. Verdaderamente todo tiene su tiempo.

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  • Resulta que esto no está inmotivado. Ciertas mujeres realmente se sienten más deseosas y también irritables en torno a su periodo, y es verdad que tenemos más motivación sexual cuando estamos ovulando. (Si bien los síntomas no pueden explicarse siempre y en todo momento de esta forma).

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  • Juega seductoramente con las 4 cuerdas a fin de que tu pareja te vea, muéstrate de perfil y realiza un nudo cuadrado con dos extremos de la cuerda y sobre la parte superior del muslo. Haz eso en cada lado del cuerpo.,

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  • No desde luego que las cosas forzándolas no marchan. Las venganzas no son agradables y son totalmente inútiles. Hay que quedarse con ese bonito recuerdo de tu relación (alguno habrá) y pasar página.

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  • El pequeño toldo colgaba de una ventana del segundo piso y podría haberse perdido si no fuese por una palabra: sexo. La palabra un tanto familiar en La Tienda del Sexo más larga intrigó a Mason lo bastante para buscar la escalera en el atrio del edificio a fin de que pudiese visitarla.

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  • Se pone de rodillas y descansa la superior de su cuerpo en una silla. El compañero levanta una de sus piernas y la extiende cara atrás mientras que la monta por detrás. Usar una almohada con esta situación realmente es un protector de rodilla.

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  • Las personas que hemos sufrido los abusos psicológicos de un narcisista, tenemos incapacidad para identificar en nosotras y en otros, el componente cariñoso de las emociones, y por lo tanto incapacidad de expresarlas y demostrarlas auténticamente.

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